“Paraguay: un rico mango… en el suelo”

“Paraguay: un rico mango… en el suelo”
Desde hace unos días estoy trabajando en el desarrollo de mi tesis doctoral en la Universidad de Cádiz (España). A parte de tener una recepción fantástica por parte del cuerpo docente tuve la oportunidad de conocer gente maravillosa que busca superarse permanentemente. Muchos de los docentes de esta alta casa de estudio conocieron Sudamérica, e incluso algunos estuvieron en Paraguay. Al percatarme de eso, lo primero que hice fue preguntar sobre sus experiencias en nuestro país, y así como hice la pregunta, vino la respuesta: “me impresionaron dos cosas, lo primero que más me impresionó de Paraguay  fueron sus mangos”. Eso me generó una sonrisa instantánea, lo que permitió que el profesor entre en detalles y me diga que cuando vino a Paraguay se encontró con muchos mangos en el piso, “frutas riquísimas y muy nutritivas… desperdiciadas”, y lo segundo que más le llamó la atención fue la risa que generó en muchos cuando decidió disfrutar de uno de los mangos del piso de una plaza de Asunción. Les parecía increíble que un “extranjero” actuara así.
Más allá de la anécdota y la moraleja, este profesor, del cual esperaba que me  hable de sus clases magistrales en Paraguay y otros países del mundo, terminó dándome un claro ejemplo de la realidad paraguaya: “Paraguay es como un rico mango… en el suelo”. Es un país de oportunidades. Existen muchas cosas por hacer, pero para eso se necesitan una actitud y aptitud diferentes.
España a pesar de la crisis económica y social que atraviesa en los últimos tiempos, con 1,7 millones de desempleados a Enero de 2014[1], apuesta a la educación continua. La gente, tanto jóvenes como mayores, inclusive, están seguros que con la capacitación permanente el futuro y las oportunidades pueden ser mejores. Así, el que terminó una carrera de grado, busca una maestría, el máster busca continuar con el doctorado o una especialización, y eso también se da en otras disciplinas. Pero no conciben pasar la crisis sin hacer nada que les permita mejorarse profesionalmente.
Este comportamiento tiene mucha relación con la actitud positiva que muchos tienen respecto a un futuro mejor, a pesar de los recortes que el gobierno español está realizando en varias áreas de la economía. La mayoría de las personas con las que pude conversar piensan que pronto saldrán adelante y todo mejorará. Y justamente para ese momento hay que estar preparados y no simplemente “cruzarse los brazos” y esperar que ese momento llegue. Dejando “El mango", del cual hablamos, simplemente…tirado en el suelo.
Paraguay es un país diferente a España, sin dudas, a mi criterio hay mucho más por hacer, lo que podríamos traducir en “hay más oportunidades (o más mangos)”, por lo que no debemos quedarnos esperando que la cosas pasen. La educación continua es una alternativa muy interesante, sobre todo para Paraguay que necesita profesionalizarse más. Y algunos me preguntarán: ¿con qué dinero?
Tomemos, como ejemplo, solo la educación superior. ¿Cuántas becas recibe la Secretaria Técnica de Planificación, que no son utilizadas, y cuántas son devueltas? Este es solo una ejemplo de los cientos que hay para contar y decir que en la mayoría de los casos, falta un poco más de interés, voluntad y patriotismo.
Finalmente puedo decir que Paraguay efectivamente es un “gran árbol de mangos”. ¿Seguiremos dejando que los mangos se pudran en el suelo? Seguiremos mirando el suelo con un “así nomas es” o miraremos el futuro como un desafío y oportunidad irrepetible.

Econ. Mario Aníbal Romero Lévera
Socio de la ADEC




[1] Diario Cinco Días, Madrid.  06/Feb/2014

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