“La gente sigue estudiando carreras del siglo XIX”

“La gente sigue estudiando carreras del siglo XIX”

Cuando algo que era analógico se transforma en digital, todo cambia. Se dio con la música, con la fotografía y con lo audiovisual. Es algo sin sentido que, en un momento en que sacamos más fotos que nunca en la historia del ser humano, la empresa más grande de fotografía del mundo haya quebrado (Kodak).
Si analizamos el caso del dinero, vemos que al dinero digital, los bancos, mundialmente, tratan de bloquearlo legalmente. Y como diría Santiago Bilinkis[1]: “quieren frenar un río con la mano pero no podrán porque el agua corre por el costado...”.  Si estas instituciones financieras no entienden el cambio, acabarán como Kodak o como las empresas discográficas: anhelando glorias del pasado mientras otros se comen su “torta”. Hasta el 2002 Apple no tenía nada que ver con el mundo de la música, sacó al mercado el iPod y el iTunes, y dominó el negocio en menos de una década. ¿Más ejemplos? Los automóviles autónomos, que pueden de conducirse solos y que se comunican a la velocidad de la luz sin cables. Google tiene más de un millón de kilómetros recorridos con este tipo de vehículos, sin tener un solo accidente. Hoy, siguen siendo muy caros y no se encuentran disponibles para la venta al público. Pero, en una década o menos, lo estarán. Una parte de la congestión de las ciudades se debe a automóviles circulando despacio y mucho espacio desaprovechado o mal utilizado por sus conductores. También esto generaría un rediseño del interior de los automóviles para nuestro esparcimiento o para el trabajo. ¿Qué ocurrirá cuando la tecnología pueda producir partes del cuerpo mejores que las biológicas y se puedan agregar al cuerpo sin que produzcan sufrimiento?
Las personas siguen estudiando carreras universitarias del siglo 19, y las encuestas aplicadas siguen dando, como resultado, una alta demanda de las mismas. Pero sin embargo, existe una gran demanda insatisfecha de ingenieros, analistas de sistemas, bioqu todo lo qewu construye insatisfechaímicos y técnicos en general, y la demanda sigue en crecimiento frente a una oferta bastante débil en cantidad y calidad por parte de las instituciones educativas nacionales. Se quedan con el recuerdo del nuevo iPhone 6 y no reconocen que el dinero digital será una cuestión de 5 años; que los automóviles autónomos, de 10; y que los cuerpos mejorados tecnológicamente, de 20. El mundo del siglo 20 terminó hace más de una década y media. Google comprende como nadie lo que se viene. En los últimos 20 meses, adquirió todas las empresas de robótica más avanzadas de nuestro planeta, incluso, las que desarrollan robots para guerra. También, compró compañías de inteligencia artificial que, ni siquiera, se conoce qué hacen específicamente. Cuando Google no puede crear lo compra. Facebook es otra compañía que le compite en ese tipo de negocios.
Luego de todo esto creo que nos deberíamos preguntar: ¿qué lugar es inaccesible para la tecnología? A priori, la creatividad es el último y más difícil de abordar. Por tanto, el mejor uso que podemos darle al tiempo de nuestros hijos es motivarlos a que desarrollen su creatividad. Y la otra pregunta que me hago es: ¿será que vale la pena que continúen estudiando idioma cuando, hoy, ya hay aplicaciones que traducen en simultáneo? No es fácil adaptarse a todos estos cambios. De hecho, mis hijos siguen yendo a un colegio bilingüe.
Finalmente, debemos crear una especial obsesión nacional por la educación, con especial énfasis en las matemáticas y en la ciencias desde el nivel escolar, para que el Paraguay pueda diversificar sus fuentes de ingresos e insertarse en la nueva economía del conocimiento. Una buena base profesional depende sin dudas de una formación escolar de calidad.

Econ. Mario Aníbal Romero Lévera
Socio ADEC




[1] Emprendedor, tecnólogo y fundador de Officenet,

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