Clima de confianza: ¿quiénes lo generan?

Clima de confianza: ¿quiénes lo generan?

Si la confianza de uno o más miembros de una familia se pierde se produce automáticamente un desequilibrio, y se activan los mecanismos de seguridad que hacen mucho más complicada y difícil la armonía familiar. Y así como en una familia la confianza constituye un pilar muy importante para el buen desarrollo de la misma, en la economía de un país o “la gran familia” pasa lo mismo.

¿Pero, la confianza de un país recae solo en el gobierno de turno? 

Para responder esta pregunta es importante aclarar que los actores de la economía de un país no se limitan solo a los gobernantes de turno, los actores políticos, a las empresas y sus representantes, sino también a las mismas familias y el resto del mundo que influyen inevitablemente en la economía de una nación como Paraguay.

La confianza en esta “gran familia” permite en gran medida que los recursos se presenten y estén disponibles para el progreso del país.

Cuando hay confianza, todos el mundo invierte, hace negocios, planes y se consume.

Cuando se pierde la confianza en la economía, la gente se vuelve más conservadora a la hora de consumir, decisión que reciente a las empresas que impotentes ven como sus clientes desaparecen como por arte de magia, puesto que cuando la confianza se pierde, cuando la crisis se asoma, la gente deja de consumir y guarda lo que tiene para sobrevivir a la crisis.

El problema de la confianza, es que esta es una percepción subjetiva, que no siempre está basada en hechos reales.

Es esa confianza negativa o positiva la que impulsa al inversionista o consumidor a tomar una u otra decisión, y por lo general esa confianza no corresponde a una realidad, sino a una simple percepción subjetiva, manipulable e influenciable del inversionista o consumidor y que fue generada por los actores mencionados más arriba, y no solo por el gobierno de turno como muchas veces pensamos que es.

Si los actores económicos de esta “gran familia” queremos un desarrollo armónico del Paraguay, pues debemos transmitir la confianza necesaria y mantenerla en el tiempo con nuestras acciones. Y como una “gran familia” debemos trabajar y buscar a través de un diálogo permanente la unidad en pos de los objetivos nacionales como son la salud, la educación y la seguridad. Independientemente de nuestras diferencias propias que como toda familia existe y seguirá existiendo. 

La confianza la generamos entre todos y para todos.

¿Estás generando confianza? ¿Estamos generando confianza? ¿Cuál es el clima de confianza de nuestro país?


 MSc. Mario Aníbal Romero Lévera
evolucionprofesional@gmail.com

Socio ADEC

Comentarios

Entradas populares de este blog

“León XIV: sus posibles implicancias para el panorama empresarial paraguayo”

Alianzas estratégicas con innovación y creatividad

Tres sectores que deben avanzar juntos