Encuestas: ¿factibles de manipulación?
Encuestas: ¿factibles de manipulación?
Según varias encuestas publicadas por distintos medios de comunicación del mundo, la candidata demócrata Hilary Clinton pasaría a la historia al convertirse la primera presidenta de Estados Unidos. Pero se equivocaron. También según estas mismas técnicas de investigación de mercado, pero en Colombia, arrojaban que el sí en el plebiscito para refrendar los acuerdos de La Habana arrasaría; y también en Reino Unido con el “Brexit”, pues el día de la elección una gran encuesta ponía el “leave” 10 puntos detrás de la opción de estar en la Unión Europea.
En Colombia ganó el no. En Reino Unido ganó la opción de abandonar la Unión Europea. Y en Estados Unidos ganó Trump. ¿Y en Paraguay?
En Paraguay pasó algo muy similar con la mayoría de las encuestas. Muchas de ellas daban por ganador al candidato Mario Abdo Benítez por una diferencia de, incluso, más del 30% respecto a Efraín Alegre. Lo primero que cualquiera podría pensar era la victoria holgada de Marito en las elecciones generales, pero la realidad frente al candidato de la Alianza fue de solo 3,7%.
Según el profesor Javier Restrepo, director de la Unidad de Estudios de Opinión de la encuestadora IPSOS en Colombia “Las encuestas no están diseñadas para captar las emociones”. Identificó esta razón como uno de los fenómenos que influyeron la encuestas en ese país, pues hay temas que son muy delicados (como la paz y la participación política) y más que racionales son "absolutamente emocionales" como para identificarlos en las encuestas.
También la responsabilidad de las encuestas no sólo debe recaer en las encuestadoras. En estos procesos electorales se ha visto la llamada teoría de la “espiral del silencio” o del voto oculto, en la que los electores no manifiestan sus preferencias en público ya sea por miedo o por vergüenza. En el caso de Trump, por ejemplo, se descubrió que mucha gente que lo votó no quería decir que lo iba a votar, por la presión social que había sobre su postura sobre algunas cuestiones sociales sensibles.
Definitivamente, hoy, las encuestas y bocas de urna, ya no son elementos fiables para los procesos eleccionarios. Debemos empezar a pensar que las encuestas deberías formar parte de un grupo de técnicas de investigación tanto cuantitativas como cualitativas. Las encuestas por si solas, ya no generan un resultado acorde a lo que se necesita. Necesitamos incorporar técnicas de investigación que capturen las verdaderas intenciones de las personas y finalmente se reflejen en los resultados, y cumplan se verdadera función: ser una valiosa fuente de información acerca del mercado, lo que nos permite tomar decisiones y crear ideas sobre bases reales, controlando, dirigiendo y disciplinando acciones que habrán de seguirse y evaluarse en el futuro.
MSc. Mario Aníbal Romero Lévera
Socio ADEC
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