“Elegí una pasión”
“Elegí una pasión”
Siempre se pudo observar en la calles a muchos
jóvenes y hasta niños deambulando solicitando dinero o directamente
delinquiendo, pero últimamente vengo notando que este actuar se caracteriza por
un incremento “explosivo” de la agresividad. Muchos de ellos lo hacen drogados
para poder seguir drogándose.
La manera en que viven estos chicos es lamentable y totalmente
inhumana. Desprotegidos, sin un futuro promisorio y generando un estado de
zozobra a la población que también se ve perjudicada al no poder vivir y
progresar normalmente. Un ejemplo claro, es la disminución de la escolaridad en
las instituciones de enseñanza, cuyos alumnos no precisamente cambian de
horario, sino que directamente dejan de asistir a clases a causa de la alta dependencia
a las drogas y sus efectos colaterales. La pasión por el deporte, la danza, la
música y las actividades educativas se ve rezagada por la adicción a las
drogas.
Es evidente que solo el Estado paraguayo no tiene la
capacidad para poder resolver este problema, y está demostrado también que cada
día más jóvenes y niños están ingresando al mundo de las drogas en Paraguay
independientemente del nivel socioeconómico.
El miércoles pasado, se lanzó la campaña social del
Rotary Club Asunción “Elegí una pasión, y no una adicción” con el objetivo
concreto de concienciar para evitar que más jóvenes ingresen al mundo del Crack
y ayudar a salir a los que ya están.
Según los últimos datos de la Secretaria Nacional
Antidrogas (SENAD): “El Crack es la droga de mayor daño y es consumida por el
99% de los adictos, seguido de el alcohol y la marihuana en el Paraguay”.
Además una persona que se inicia en el consumo de esta droga tiene una
expectativa de vida de no más de tres años[1]
“Elegí una pasión, y no una adicción” es fruto de un
trabajo mancomunado de empresarios del sector privado y autoridades del sector
público que preocupados por el alto índice de consumidores de esta droga y las
consecuencias nefastas que genera, tanto en lo personal como en la comunidad.
Esta campaña social es un claro ejemplo de cómo la
Alianza Público Privada (APP) puede unir perfectamente 2 sectores para generar
sinergia y lograr combatir los problemas que aquejan a nuestro Paraguay, como
los problemas de salud, de educación, de
seguridad y de trabajo.
Está comprobado que tanto el sector público como el
privado trabajando solos no generan un efecto tan positivo en la sociedad como
cuando se unen en pos de un mismo objetivo y sobre todo con una misma pasión.
Es el momento en que como ciudadanos responsables
pongamos pasión en nuestras acciones que ayuden a mejorar la calidad de vida de
nuestros hermanos, y convertirnos en verdaderos “cracks” comprometidos con la
realidad de nuestro Paraguay.
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