Huelga japonesa Vs. Huelga paraguaya

Huelga japonesa Vs. Huelga paraguaya

Volviendo a casa, me preguntaba por qué en Paraguay se puso casi de “moda” hacer huelga. Una medida tan extrema, se está haciendo prácticamente algo habitual y esperado. Algo común en Paraguay es tener todos los años una huelga en el Poder Judicial, Poder Ejecutivo y otras instituciones, y ya se volvió algo habitual, como si el 8 de Diciembre es feriado nacional.

La huelga se llega cuando no hay acuerdo entre las partes (empresarios y trabajadores), como último recurso, e implica el cese de las actividades laborales. Pero este recurso es uno de los más “duros” para la economía paraguaya, porque genera un alto impacto negativo en el PIB anual y el desarrollo social, sobre todo si sumamos todas las huelgas anuales. Sobre esto me pregunto: ¿y cómo pensamos progresar si las huelgas son la constante?

Todo el mundo sabe que una huelga a la japonesa es, en lugar de no trabajar, trabajar más. Pero suena ridículo. Las huelgas a la japonesa se practican en fábricas. Sólo en ellas tiene sentido el concepto. Se produce más material de lo habitual, lo que provoca una serie de costes para la empresa.

Supongamos con un ejemplo, una fábrica de motos en Tokio. Están habituados a hacer 500 motos diarias. Pero como los trabajadores están en huelga, consiguen hacer 650 motos cada día. El almacén está dimensionado para acoger 500 motos cada día, con lo que después de unos días, esas motos en exceso tienen que ir a alguna parte. En cualquier caso, las molestias aumentan conforme la huelga se dilata en el tiempo, hasta llegar un momento en que el perjuicio puede llegar a resultar mayor que en caso de una huelga general.

La clave del ingenio de estas huelgas es el concepto del trabajo en Japón, al existir una lealtad entre la empresa y el empleado. Los trabajadores no tratan de hacer daño a la empresa, al menos en forma directa. No pierden la compostura en la imagen hacia sus jefes. Y encima nunca dejan de cobrar un sueldo. Aún para tener los ojos rasgados, parece que no son tan tontos.

Esto no debería sorprender. Sin embargo, lo que escapa a toda lógica, es cuando los empresarios provocan una huelga a la japonesa auténtica.
Exigen que se entregue el trabajo antes de lo humanamente posible, con lo que se trabaja mucho más rápido de lo que se debería y el resultado es de baja calidad. Y es que la situación ocurre en gran parte del sistema económico de Paraguay.

En mi opinión todo esto ocurre porque, a diferencia de Japón, en general y con excepciones, no existe lealtad de ningún tipo hacia la empresa, ni siquiera por parte de los directivos. Para ellos la empresa no es más que un mecanismo con el que llenarse sus bolsillos.
No les interesa lo más mínimo si la empresa va bien o mal, sobre todo si la misma es pública.
Dos visiones diferentes, dos mecanismos de protesta como representativos de diferentes actitudes (una destructora, otra creadora), distintas formas de asumir responsabilidades (tanto personales como sociales) y hasta como expresión de moralidad en la actitud japonesa de lealtad.

Econ. Mario Aníbal Romero Lévera
Publicado en Diario La Nacion Paraguay el Domingo 09 de Diciembre 2011

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