La RSE y el Teletrabajo
La RSE y el Teletrabajo
El Teletrabajo es una forma de trabajo a distancia mediante el uso de telecomunicaciones (en especial las TICs), que no requiere la presencia del empleado en el centro productivo, es decir, en la oficina o local de la empresa.
La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) puede ser definida como un modelo de gestión enfocado a cubrir las necesidades económicas, sociales y ambientales de las empresas. Practicar el voluntariado corporativo en escuelas rurales o comedores de barrios carenciados, ser el sponsor en exposiciones o conciertos y trabajar mancomunadamente con ONGs de diversas áreas; suelen ser algunas de las políticas de la RSE. La pregunta es por qué nunca se considera al teletrabajo como una de las opciones posibles.
Aunque el teletrabajo no suele ser visto como una vía para lograr la RSE, esta modalidad laboral tiene consecuencias ambientales, sociales, económicas y familiares que bien podrían ser consideradas socialmente responsables.
En Paraguay el excesivo énfasis en la formación en oficios manuales podría significar una marginalidad futura. Quizás los microcréditos para comprar PCs y la capacitación en TICs podrían ser el modo de formar a nuevos teletrabajadores, una alternativa en tiempos de tanto desempleo y de creciente caída en la toma de personal por parte de las organizaciones.
Las nuevas tecnologías crean nuevos modos de hacer negocios. En este mundo “imprevisible”, donde la constante es el cambio, es necesario tener una gran capacidad de adaptación. Un buen ejemplo de esto es el teletrabajo, paradigma laboral que requiere una absoluta autodisciplina y en el cual hay que trabajar por objetivos o resultados, más allá de los fines de semana y los horarios comerciales.
Sería interesante destacar que una implementación masiva del teletrabajo podría generar un impacto ambiental positivo (menor nivel de contaminación y uso de combustibles) y produciría una merma en el nivel de accidentes de tránsito, sobre todo en los centros urbanos, como Asunción, Ciudad del Este, etc. Además, el trabajo a distancia suele ser inclusivo para las personas con discapacidad y beneficioso para las mujeres y madres que podrían hacer el trabajo sin desatender a sus hijos o familia.
Las tendencias mundiales que prevalecen y se van fortaleciendo cada vez más, favorecen la movilidad de talentos, la flexibilidad laboral, la adaptabilidad al cambio, la valoración a las personas en el marco de la responsabilidad social, el desarrollo de las comunicaciones y la cultura de servicio. El teletrabajador se vuelve dueño de su tiempo y responsable por sus resultados. Y, en esa medida, esta modalidad se ha convertido en la esperanza para muchos sectores desplazados y vulnerables de nuestro país.
Se puede concluir diciendo que el teletrabajo es una verdadera herramienta de responsabilidad social empresarial y no debería quedar tan fuera de agenda cuando se debate sobre RSE en Paraguay.
Econ. Mario Aníbal Romero Lévera
Publicado en Diario La Nacion Paraguay el Domingo 06 de Octubre 2011
El Teletrabajo es una forma de trabajo a distancia mediante el uso de telecomunicaciones (en especial las TICs), que no requiere la presencia del empleado en el centro productivo, es decir, en la oficina o local de la empresa.
La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) puede ser definida como un modelo de gestión enfocado a cubrir las necesidades económicas, sociales y ambientales de las empresas. Practicar el voluntariado corporativo en escuelas rurales o comedores de barrios carenciados, ser el sponsor en exposiciones o conciertos y trabajar mancomunadamente con ONGs de diversas áreas; suelen ser algunas de las políticas de la RSE. La pregunta es por qué nunca se considera al teletrabajo como una de las opciones posibles.
Aunque el teletrabajo no suele ser visto como una vía para lograr la RSE, esta modalidad laboral tiene consecuencias ambientales, sociales, económicas y familiares que bien podrían ser consideradas socialmente responsables.
En Paraguay el excesivo énfasis en la formación en oficios manuales podría significar una marginalidad futura. Quizás los microcréditos para comprar PCs y la capacitación en TICs podrían ser el modo de formar a nuevos teletrabajadores, una alternativa en tiempos de tanto desempleo y de creciente caída en la toma de personal por parte de las organizaciones.
Las nuevas tecnologías crean nuevos modos de hacer negocios. En este mundo “imprevisible”, donde la constante es el cambio, es necesario tener una gran capacidad de adaptación. Un buen ejemplo de esto es el teletrabajo, paradigma laboral que requiere una absoluta autodisciplina y en el cual hay que trabajar por objetivos o resultados, más allá de los fines de semana y los horarios comerciales.
Sería interesante destacar que una implementación masiva del teletrabajo podría generar un impacto ambiental positivo (menor nivel de contaminación y uso de combustibles) y produciría una merma en el nivel de accidentes de tránsito, sobre todo en los centros urbanos, como Asunción, Ciudad del Este, etc. Además, el trabajo a distancia suele ser inclusivo para las personas con discapacidad y beneficioso para las mujeres y madres que podrían hacer el trabajo sin desatender a sus hijos o familia.
Las tendencias mundiales que prevalecen y se van fortaleciendo cada vez más, favorecen la movilidad de talentos, la flexibilidad laboral, la adaptabilidad al cambio, la valoración a las personas en el marco de la responsabilidad social, el desarrollo de las comunicaciones y la cultura de servicio. El teletrabajador se vuelve dueño de su tiempo y responsable por sus resultados. Y, en esa medida, esta modalidad se ha convertido en la esperanza para muchos sectores desplazados y vulnerables de nuestro país.
Se puede concluir diciendo que el teletrabajo es una verdadera herramienta de responsabilidad social empresarial y no debería quedar tan fuera de agenda cuando se debate sobre RSE en Paraguay.
Econ. Mario Aníbal Romero Lévera
Publicado en Diario La Nacion Paraguay el Domingo 06 de Octubre 2011
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